Elegir entre bienes mancomunados o separados es una decisión clave para muchas parejas mexicanas al momento de casarse. No solo define cómo se compartirá el patrimonio, sino que también influye en decisiones importantes como la compra de una casa o un divorcio. Entender cómo funciona cada régimen puede evitar confusiones legales y patrimoniales más adelante.
En este artículo hablaremos de cómo funciona cada régimen, sus ventajas y riesgos. Además, analizaremos cómo influyen en la adquisición de bienes raíces, qué sucede en caso de divorcio o fallecimiento, y cuáles son las tendencias más comunes en México.
¿Cuál es la Diferencia entre Bienes Mancomunados y Separados?
Al casarse, una de las decisiones más relevantes es si elegir entre bienes mancomunados o separados. Esta elección determina cómo se distribuirán los bienes adquiridos en el matrimonio, quién cubre las deudas y cómo se distribuyen en caso de divorcio o fallecimiento. Ninguna opción es por defecto, todo depende de las circunstancias, el tipo de relación y los acuerdos previos. Estas son las principales diferencias de cada uno:
Bienes mancomunados
Lo que se adquiere después del matrimonio pertenece a ambos por igual, sin importar quien lo pague ni a nombre de quién esté. Una de sus ventajas es que facilita trámites como el crédito conyugal y brinda seguridad financiera al cónyuge con menos ingresos. No obstante, implica tomar decisiones juntos y compartir deudas en conjunto.
Bienes separados
En este caso, cada quién conserva la propiedad de lo que compra con su dinero. Es ideal si hay patrimonio previo, negocios separados o se busca claridad ante un divorcio. En los bienes separados se privilegia la autonomía y se reducen los riesgos financieros. Eso sí, se recomienda prever acuerdos para evitar desequilibrios en el futuro.
¿Qué Régimen Eligen Más los mexicanos al Casarse?
En México la mayoría de las parejas siguen eligiendo la sociedad conyugal como régimen patrimonial (comparten todo). Según datos del INEGI, alrededor del 66.6% de los matrimonios se celebran bajo este esquema, solo un 33.4% elige bienes separados. A continuación, detallaremos por qué los bienes mancomunados siguen siendo mayoría:
Tradición familiar: En muchos hogares aún se asume que casarse es compartirlo todo. Y culturalmente eso da sensación de unidad.
Acceso a créditos conjuntos: Un crédito conyugal requiere que ambos sean propietarios, lo cual es compatible con los bienes mancomunados.
Protección en caso de divorcio o fallecimiento: Este régimen asegura que ambos conserven al menos el 50% del patrimonio construido en pareja.
¿Qué Ventajas Tiene Casarse por Bienes Mancomunados?
Elegir el régimen de bienes mancomunados no se trata solo de una costumbre heredada. Es un modelo que ofrece certeza patrimonial, apoyo mutuo y mayor facilidad para construir proyectos en común. Muchas personas lo prefieren debido a que consideran que compartir todo resulta más práctico, justo y funcional. A continuación, mencionaremos sus principales ventajas:
Protección para quien no genera ingresos
Bajo bienes mancomunados, el cónyuge que se dedica al hogar o tiene menor ingreso conserva el derecho al 50% de los bienes.
Construcción de patrimonio conjunto sin complicaciones
Todo lo que se adquiere durante el matrimonio es de ambos, sin importar a nombre de quién esté registrado el bien.
Acceso a créditos hipotecarios en pareja
El régimen facilita la aprobación de créditos mancomunados, ya que permite sumar ingresos y comprometerse juntos con las instituciones.
Mayor certeza en caso de separación o fallecimiento
En un divorcio o al fallecer uno de los cónyugues, el reparto del patrimonio es más claro, lo que evita disputas o vacíos legales.
Sentido de equidad y unidad financiera
Ambos participan en las decisiones importantes. Las responsabilidades y beneficios se comparten, fortaleciendo el compromiso a largo plazo.
¿Por Qué Algunas Parejas Prefieren la Separación de Bienes?
Aunque los bienes mancomunados siguen siendo el régimen más común, cada vez más parejas en México eligen separar su patrimonio. La decisión suele responder a factores prácticos y personales, no necesariamente a desconfianza. Estas son algunas de las principales razones:
- Autonomía financiera: Cada quien conserva lo que adquiere con su propio esfuerzo.
- Protección ante deudas: Las obligaciones de uno no afectan el patrimonio del otro.
- Familias con hijos previos: Permite mantener claro qué bienes se heredan.
- Divorcios más simples: Evita procesos largos para repartir patrimonio común.
- Flexibilidad legal: Se pueden pactar acuerdos según lo que necesiten.
¿Se Puede Cambiar de Bienes Mancomunados a Separados Después de Casarse?
En México puedes cambiar legalmente de régimen patrimonial de bienes mancomunados a separados. Muchas parejas lo hacen cuando sus circunstancias cambian o cuando buscan mayor claridad patrimonial. No obstante, para que tenga validez se requiere seguir ciertos pasos formales ante un notario y dejarlo todo por escrito. Algunos de los requerimientos son:
Decisión compartida
Ambas personas deben coincidir en modificar el régimen patrimonial de su matrimonio.
Trámite notarial obligatorio
Es necesario acudir con un notario y elaborar un nuevo acuerdo legal que refleje el cambio.
Actualización oficial
El nuevo régimen debe registrarse formalmente en el acta matrimonial del Registro Civil.
Distribución de bienes previa
Lo ideal es hacer un reparto claro de los bienes adquiridos juntos antes de modificar el régimen.
Nueva administración individual
Una vez hecho el cambio, cada quien puede disponer libremente de sus propiedades sin pedir autorización al otro.
En realidad, no hay uno mejor que otro, todo depende de cada pareja. Los bienes mancomunados implican compartir todo lo adquirido juntos. Los separados dan mayor independencia patrimonial.
Si planean adquirir la vivienda entre los dos, los bienes mancomunados facilitan la copropiedad. Pero con bienes separados también pueden figurar ambos como dueños.
Se divide en partes iguales, salvo que exista un acuerdo distinto. Lo habitual es venderla y repartir el valor, o que uno compense al otro.